La vida no es más que un puñado de años metidos en un reloj de arena, y la partida se juega con las cartas que te tocan y tienes que apostar con eso. Que lo de que te den palos no son mas que gajes del oficio. Pero qué sería de nosotros sin la superación de cada día, sin las noches en vela, sin los finales felices, sin las montañas rusas... Ahí está la gracia.
La vida te da una de cal y otra de arena. Te da cosas, también te las quita y como no sabes cuando va a llegar ese momento, lo más importante es disfrutar día a día como si fue el último y aprovechar todas las oportunidades que te da la vida, porque no sabes si habrá una segunda.
Pase lo que pase sonríe siempre a la vida, porque vida solo hay una.
